01:00 AM.
No hay edredón en el mundo capaz de contener esta fuga de versos que me obliga a saltar de la cama y escribir que no me puedo dormir. Que se me ha clavado un desvelo en el corazón y mis costillas han construido una prisión para que no se escape, dejándome boli en mano en mitad de la noche. No entiendo el motivo pero parece que mis ojos se hubieran abierto de par en par buscando la rima perfecta entre el gotelé de la pared o entre los colores de unas flores de papel. No puedo dormirme porque me falta un abrazo, una medicina que me calme y me diga que hemos desahuciado a los monstruos que vivían bajo mi cama. No puedo dormirme porque, encajado en el pecho, tengo un corazón pegando voces desesperado porque se le han gastado las pastillas de frenos y sabe que tiene un muro justo a dos palmos. Me han contado que tengo muchos frentes abiertos como si no supiera ya que yo misma soy verdugo y víctima y como si cada latido no me sonase a cañonazo. La oscur...