Ni sí, ni no; ni blanco, ni negro.
Cada día, cada hora, cada instante, tiene su lado bonito y su lado malo. Cada nube blanca tiene un poquito de gris, cada puesta de sol roja termina azul oscura. Tú eres un trocito de cada uno de mis días, de nubes blancas un poco grises, de puestas de sol apagadas. Sin embargo, eres el pedazo de vida que quiero que esté siempre, gris o blanco, a mi lado. Quiero abrazarte, besarte, que nos sobre todo, salvo nosotros. Quiero más de ti, que eres mi parte favorita de la vida.