Caso aislado.
Hay días en los que el suelo tiembla, todo se da la vuelta, no hay nada estable a tu alrededor y, sin tú saberlo, comienza una cuenta atrás dentro de ti. "Si no se repite en un año, se considera un caso aislado" . 365 días. No recuerdo mucho de los primeros días. El calor de julio a las cuatro de la tarde desde el metro O'Donnell. La canción "Si tienes fe", de El Príncipe de Egipto, sonando en bucle. El cansancio. Las escaleras de la entrada. El mostrador de enfermería sin respuestas para mí. Echar de menos a quien tienes sentado a tu lado porque, en realidad, no es él. No eras tú. 355 días. Recuerdo pensar que aquello era como vivir dentro de una de esas películas de sobremesa en las que pasa de todo pero no crees ni remotamente que vaya a ocurrir de verdad. Y menos cerca de ti. Recuerdo la angustia y la impotencia de no tener un manual de instrucciones y de sentir que nadie estaba ni tenía intención de estar al volante. 310 días. Todos los días me iba a dormir...