Nothing at all.
Nada, absolutamente nada, puede compararse contigo. Contigo y con cada mariposa borracha de amor que baila en mi estómago con sólo oír tu voz, con sólo imaginar tu sonrisa, con sólo leer un "te quiero" tuyo escrito en un billete del metro de París. Nada, absolutamente nada que hubiera podido imaginar en algún momento puede igualar la felicidad que me llena a cada instante, la magia que brilla en cada esquina sólo por ti. Nada, absolutamente nada puede compararse contigo, con lo más bonito de mi vida, con el Sol que hace brillar cada nube gris en cada despertar, con el pañuelo ajado que seca mis lágrimas, con la risa que me hace sonreír. Tú, eres una de las pocas cosas de las que sé que puedo estar segura. Tú, que me das gracias por la paciencia y la espera. Y yo, que sé que habría esperado la vida entera sabiendo que al final estabas tú. Tú... Y es que absolutamente nada puede compararse contigo.