Trece.
Tú, que llegaste por casualidad, sin hacer ruido, sin decir nada para decirlo todo. Tú, que desde el principio ocupaste el número trece, que lo llenaste todo de pianos de cola blancos, de jueves que eran jueves por algo especial. Tú, que le guiñaste un ojo a mi corazón, acompañado de un "guapa". Tú que impregnaste mi vida del verde de tu mirada y del sabor de tu sonrisa. Tú que estabas, estás y estarás. Tú que no te fuiste cuando pudiste haberlo hecho. Tú y cada diecisiete, tú y el primer diecisiete. Tú, que te has convertido en el oxígeno que me llega en la cima de la montaña. Tú, trece. Tú, mi amor. Tú.
Te quiero, mi vida.
Te quiero, mi vida.
Comentarios
Publicar un comentario