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Mostrando entradas de julio, 2016

Espera sin esperanza.

Hace tiempo, las noches de verano y yo éramos mejores amigas. Me asomaba a la ventana y corría una brisa débil, y la Luna brillaba y yo le contaba cosas. Era mi nexo con cualquier lugar, con cualquier persona. Era un consuelo, un baúl de deseos, una incondicional que cada noche volvía y yo volvía a encontrarme con ella. Las noches de verano eran inspiradoras, y las palabras brotaban solas entre sábanas y música. Escribir era tan fácil como respirar. Entonces, un día, la brisa débil se detuvo en seco, y la Luna apareció un día en el cielo afilada y cruel. Era un espejo que reflejaba cada deseo que le había formulado y que jamás se había cumplido. Peticiones caducadas que a estas alturas de la historia no tendría el valor de volver a suplicar. Al menos a alguien que no fuera yo y en silencio. Las estrellas brillan agónicas y anónimas en una ciudad que lucha por borrarlas del mapa, porque el cielo de Madrid no está hecho para ellas. Entonces, el verano se transformó en u...

Lo menos peor.

Julio trae el verano de vuelta, y los rayos de sol abrasan los muros de hielo que me salvaban de mí. Gota a gota se derriten, y gota a gota yo ardo. Me pongo a temblar, de recuerdos, de dolor, de miedo, de interrogación. Tiemblo, porque me aferré a un clavo ardiendo para evitar caer directamente sobre las llamas, pero empiezo a tener la piel calcinada. De nuevo, la mejor opción es la menos peor, la que me encoja menos el corazón y menos de vez en cuando, la que me obligue a esconderme bajo paredes congeladas de un grosor menor. Me propongo hacer caso a las señales de peligro que suelo pasar de largo cuando la imaginación se me va de las manos, me propongo no saltar al vacío sin asegurar el paracaídas, me propongo no olvidar jamás los por si acasos . Me propongo, en definitiva, vivir un poco menos para sobrevivir un poco más. Me rindo porque el fuego me quema las fuerzas y un par de ilusiones. Me rindo porque otra vez me he saltado la distancia de seguridad y me h...

En aquel "¿y si...?" me maté yo.

No voy a decirte que mi vida si no estás aquí no tiene sentido, ni que no sé ser feliz si no te tengo a mi lado. Tampoco voy a decir que no puedo vivir sin ti, ni que seas la condición inamovible para despertarme por las mañanas con ilusión. No pienso decirte nada de eso, porque sería totalmente mentira. Sin embargo, no es mentira que contigo todo es un poco más. Un poco más vivo, un poco más grande, un poco más brillante. Mejor. Un poco más inestable, un poco más cuerda floja, un poco más corazón acelerado. Qué miedo. Un poco más terremoto, un poco más sin palabras, un poco más abismo. Y me dejé caer, porque seguir en tierra firme ya no tenía sentido. Hay palabras que por dentro queman y se te clavan en los huesos. Hay palabras que te oprimen y te retuercen el corazón, y no te dejan respirar y se te agolpan en la boca gritando en silencio salir. Hay palabras a las que es mejor abrir las compuertas y dejar libres. Que vuelen, y ya el vien...