Amor.

Amor. Amor y nada más. Es sólo eso. Es suficiente, es perfecto, es increíblemente genial. Es como si toda la felicidad del universo de concentrara en un beso, en un abrazo, una caricia, una mirada. Cuando los días son perfectos desde un "buenos días, princesa" hasta el "hasta mañana, amor". Es respirar, despacito, saboreando cada soplo de aire, cada inspiración de los dos, cada roce de labios, cada par de ojos que se repiten lo mucho que se quieren. Cada vez que dos manos se dibujan corazones entre sí. Es eso que crece cada día un poquito, es eso que es tan... nosotros.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo