-Buenas noches, amor.

-Que duermas bien, mi vida.
-Sueña con los angelitos, y después conmigo.
-No, sólo contigo, que los ángeles gastan rato de sueños bonitos contigo.

Y hacer como si las noches también fueran nuestras, como si nos esperásemos mutuamente para quedarnos dormidos abrazados, muy abrazados.

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