Never give up.

Dime, niña, dónde se torció todo. En qué punto de la historia te tropezaste y te creíste que ya no podrías avanzar más. Dime dónde dejaste olvidada la confianza en ti misma, cuéntame por qué empezaste a verte tan pequeña cuando en realidad eres tan grande. Dime cuándo fue, que yo vuelvo atrás y junto los pedazos rotos.

Te lo pregunto todo porque yo no entiendo nada. Te miro y veo el poder que tienes en las alas, esas alas que se mueren de ganas de volar muy alto. No te veo haciendo otra cosa ni en ningún otro lugar, ni tampoco quiero. Ojalá creyeras en ti como yo creo, ojalá te vieras tan capaz de comerte el mundo y conquistar tus sueños como yo te veo. 

No te rindas, por favor, no cedas. Pero no lo hagas ni por mí ni por nadie que no seas tú. Yo sé que puedes, sólo falta que te des cuenta.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo