Déjame hablar...

Porque necesitas decirlo, pero nadie te escucha. Es una tontería, no tiene importancia, pero llevas todo el día sin hablar de ninguna de las tonterías que te tienen viviendo en una nube. No hay segundos para ti, porque lo suyo, que no son tonterías, que las cuenta por encima, son más importantes. Y lo entiendes, pero una pequeña parte de ti la odia por ello. Y no sabes si es porque no te deja contar las tonterías que te agobian o porque la envidias, porque querrías estar en su situación. Y tus tonterías gritan, suplicando entre sollozos, salir de ti.

Comentarios

  1. Si no te dejan gritarlas, súdalas. Sal, abre la puerta y corre, corre hasta que todas esas tonterías que no te dejan vivir queden en el mal olor de tu camiseta y en las ampollas de tus pies.

    Esas ampollas son las que después te van a recordar que no debes volver a preocuparte por tonterías, porque eso, quieras que no, duele.

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