Needles in the heart.

Ya se me ha olvidado cómo pasa el tiempo, no sé medir días ni horas. Sé que tu ausencia es una eternidad, y que cuando estás, le das alas a mi tiempo. Sé que no hay segundo más largo que el que tardan tu boca y la mía en acariciarse después de mucho tiempo. Sé que mi impaciencia se ha convertido en un cartel de letras rojas que indica el número de una dársena, en unas escaleras mecánicas vacías, en gente saliendo de un autobús. Sé que a tu lado, los relojes vuelan en tus besos y tus abrazos. Sus agujas se aceleran, igual que mi corazón, sólo con el verde de tu mirada. Y te vas y todo se para. Mi corazón, un segundo; las agujas del reloj, hasta que vuelves

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