Carnaval, y te quiero.

Máscaras, vestidos, disfraces, alas de mariposa, o de hada, o de ángel. Es el día de ser quien quieras, de hacer lo que quieras, porque no eres una chica normal. Puedes elegir si eres un hada, una actriz de cine, una cavernícola, Caperucita roja... Puedes ser lo que siempre quisiste, puedes ser princesa. Eso sí, el resto del mundo también elige lo que quiere ser. Y, por lo visto, el único príncipe que quieres no tiene precisamente esa idea en mente, y además, cree que destiñe. Inspiras un momento, y sabe a chocolate. Te propones ponerte el mundo por montera, pero te echas atrás en el último momento. Qué pasa...
Y se acaba el día. Adiós a los vestidos, los disfraces, las máscaras. Adiós al "todo vale", a ser lo que quieres ser. Adiós a ser princesa. Adiós, mi príncipe.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo