Tranquilidad.

Que viene, y se va, y no parece que quiera volver. Un poco de nervios, un poco de verlo todo negro y una llamada de teléfono. Una llamada que sienta como un abrazo, como un beso. Un poco de confianza en mí misma, de parte de quien confía más en mí que yo. Y de repente todo cambia, los nubarrones se apartan y brilla un poco el Sol, cada vez más, a cada palabra más. No hay negro, hay azul, cielo azul, y verde, ojos verdes. Tranquilidad del color de tus ojos, y con el sonido de tu voz. Tu tranquilidad. Tú.

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