Noches de recuerdos y futuros.
De la mano o abrazados, qué más da. Nos reímos, nos besamos, nos queremos, hablamos. Miramos al cielo, miramos las estrellas, y me intentas enseñar alguna constelación.
¿Qué me importarán a mí las constelaciones, si tus ojos son las estrellas más bonitas del universo?
Más abrazos, más besos, más risas. Tranquilidad y un silencio que sólo rompen el agua al pasar, y nuestras voces, que se quieren y se lo dicen. Esas voces también recuerdan; recuerdan hace apenas un año, lo que no pasó entonces y pasó después, un diecisiete que huele a rosas.
Pero las voces también miran hacia adelante y se dicen que quieren seguir siempre juntas porque, repiten, se quieren. Se vuelven a abrazar, muy fuerte; se besan, con amor.
Corren, se ríen, saboreando un poco de locura. Se quieren un poco más que hace apenas un par de segundos, pero menos que un par de segundos después.
Noches de estrellas, voces, y "te quieros".
¿Qué me importarán a mí las constelaciones, si tus ojos son las estrellas más bonitas del universo?
Más abrazos, más besos, más risas. Tranquilidad y un silencio que sólo rompen el agua al pasar, y nuestras voces, que se quieren y se lo dicen. Esas voces también recuerdan; recuerdan hace apenas un año, lo que no pasó entonces y pasó después, un diecisiete que huele a rosas.
Pero las voces también miran hacia adelante y se dicen que quieren seguir siempre juntas porque, repiten, se quieren. Se vuelven a abrazar, muy fuerte; se besan, con amor.
Corren, se ríen, saboreando un poco de locura. Se quieren un poco más que hace apenas un par de segundos, pero menos que un par de segundos después.
Noches de estrellas, voces, y "te quieros".
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