Perderse.

Pasa a veces, nos pasa a todos. Perdemos los nervios, la cabeza, nos perdemos a nosotros mismos.
Tú no te pierdas, déjame que te ayude a no perderte. Estoy ahí, a tu lado, a sólo unos pocos kilómetros que no significan nada. Estoy dándote la mano, muy fuerte, para evitar que te pierdas, y si lo haces, nos perdemos juntos. Piérdete en mis ojos y encuéntrate en mis besos, que yo podría vivir perdiéndome en tus ojos y encontrándome en tus besos. Pero juntos, siempre juntos, amor.
Y cada vez que sientas que pierdes los nervios, que pierdes la cabeza, que te pierdes sin mí, frena. Porque te estoy abrazando, con un beso de buenas noches y un te quiero. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo