Te echo de menos.

Te echo de menos. Sí, a ti.

Echo de menos que te cruces por sorpresa, que aparezcas por casualidad, buscarte entre un montón de gente. Echo de menos mirarte, que me mires y justo cuando te estás dando la vuelta se te escape una sonrisa. 

Te echo de menos de la forma en que se echa de menos a quien no se conoce. Echo de menos el silencio. Los saltitos de mi corazón, la sonrisa de imbécil que a veces me sacas. Y sólo por pasar por ahí.

Qué días tan difíciles y no estás para suavizarlos. Para transformar este oleaje tan violento en un mar que pueda surcar. Para hacer de la vida un sitio un poco más llevadero.

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