Cuento de un abrazo.
Érase una vez una chica un poco cobarde. Un día, le sirvieron en bandeja el poder dar un abrazo, sin motivo, al príncipe azul que desteñía sus sueños en secreto. Pero se dejó llevar por la cobardía. ¿Abrazo? ¿Sólo eso? Qué importa que sólo sea eso, cuando eso es más de lo que tienes. Otro día, lágrimas brillantes intentaron empapar los ojos verdes del príncipe. Y la chica empezó a temblar. Se ordenó a sí misma no echarse atrás, no otra vez. Interrumpiendo la huida del príncipe, pidiendo permiso, saboreando el "gracias" susurrado en su oído. Repitiéndose lo poco que vale la pena ser cobarde.
Comentarios
Publicar un comentario