Probando... probando... ¿Se me escucha?

La de veces que te lo gritaría. Todas las veces en las que parece que le hablo a una pared. También las veces que tengo la sensación de que te estoy hablando pero que, por lo visto, mi voz no tiene el volumen suficiente. Cuando pasas de largo, cuando soy invisible. Te estoy hablando. ¡Te estoy hablando, A TI, en voz alta, y quiero que me escuches! Escúchame cuando te digo cosas que no importan, escúchame cuando tenga algo que decirte. Escúchame cuando no me hagas olvidar las palabras. Porque me haces sentir como si me hubieran desconectado la voz. Y me llevas a preguntarme si me prestarás la misma atención el día que me dé por morder la manzana, de jugármelo todo, de contarte algo importante de verdad. ¿Si te digo que te quiero muy bajito también vas a ignorarme así?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo