Si no lo sé ni yo...

Otra vez la bipolaridad del mundo, y la tuya. Te permitías desvaríos varios de vez en cuando, y no pensaste que cuando vienen así, tantos, tan de golpe, y bajando la guardia, alguno llegaría un poco más lejos... El verdadero problema está cuando no sabes ni siquiera qué desvarío exactamente es un poco más distinto... más intenso o más apagado. Pero es que todos parecen iguales.

De vez en cuando, te parece tenerlo un poco claro, pero no te lo crees ni tú, y en un intento de calmar la marea de pensamientos que crece, decides que sólo son amores platónicos, de esos imposibles. Pero claro, eso sería el camino fácil, por eso alguien tiene que demostrarte que de platónicos nada... Y vuelta a empezar.

Y ahora las calles de Madrid, esas que siempre has adorado, cambian de sentido... no sabes a quién te recordarán la próxima vez que pasees por ellas, y te da un poco de miedo descubrirlo.

Yo lo adoro
Tú lo adoras.
Yo te adoro... creo.

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