Como fuegos artificiales...
Es... increíble. Es raro, es especial, es distinto, es mejor. Es. Con pros y contras, como todo. Pero yo hoy pagaría por volver a ayer, daría la mitad de lo que tengo por tenerte delante, la otra mitad por poder decir "te quiero" yo primero, y ofrecería absolutamente todo simplemente por tenerte a ti. Porque mis manos me dicen que echan de menos las tuyas, mi boca que se moría por la tuya y luego estoy yo, que te echo de menos a ti, a tus manos, a tu boca y a tus abrazos. Que aunque soñar sea peligroso, es lo más bonito que existe, y de pronto, recuerdo esa frase que escribí un día, esa que decía que "los sueños sueños son para quien no se atreve a luchar por ellos". Sé que no es real, no del todo, ni de lejos, pero es más de lo que podría pedir, pero es que ahora mismo todo me da un poco igual. De vez en cuando, alguna canción traiciona a las sonrisas y se escapa alguna lágrima fugaz, gajes del oficio de echar de menos. De todas formas, quiero dedicarme a pintar sonrisas con rotuladores permanentes, y las más bonitas, las más radiantes, serían la tuya y la mía. Sonrisas que brillan, como fuegos artificiales en el aire. Tu sonrisa y la mía, las dos que más me importan, brillando con fuerza, altas, en el cielo, igual que la luna y el sol.
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