Conclusiones

Noche de verano, cómo no, noche de verano. No tiene nada de especial, pero no te deja dormir. Y empiezas a pensar en mil cosas, en lo de siempre, y algunas nuevas. Te ha costado darte cuenta de que todo es más fácil, o al menos se lleva mejor, a base de sonrisas, y aunque suene muy a peli Disney, a base de sueños, y de creer que se pueden cumplir. Porque es posible que no exista la persona perfecta, pero sabes que las que más se le parecen son esas que llevan una sonrisa dibujada en la cara, y hoy te apetece rozar la perfección. Hoy querrías salir a la calle y gritar que alguien le eche sirope de chocolate al mundo, porque tú, un día de estos, te lo comes. 

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