Run away.

No llores; no hables, no escuches, no mires, no pienses. Sólo respira. Inspira, espira, despacio. Sientes cada latido del corazón como un puñetazo dentro del pecho, como si quisiera romper todas las paredes y salir corriendo.

Correr. Suena demasiado bien, demasiado imposible. Correrías lejos y, sobre todo, rápido. Lo suficiente para que el viento se lleve las lágrimas y nadie las vea. Espera un momento. Concéntrate, porque los ojos te brillan, y nadie puede enterarse de que te sientes rota por dentro.

Nadie puede enterarse de que te sientes como si lo dieses todo por algo que no te da nada a cambio. Sólo hay vacío, y puñetazos en el corazón.

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