Diciembre.
17. Nervios, qué nervios. Tren a Sol, metro a Retiro, y corriendo por los pasillos, subiendo las escaleras, con el pulso acelerado. Intenté volver a respirar normal, apenas un par de minutos, para volver a echar a correr. Y correr, sonriendo y feliz. Correr a ti, al amor, a fundirme en al abrazo más bonito del mundo. Mientras, los dos respiramos muy deprisa, intentando recuperar el aliento.
18. Ganas, qué ganas. Tren a Sol, metro a Retiro, y corriendo por los pasillos, subiendo las escaleras, con el pulso acelerado. Pero no me dio tiempo a intentar respirar normal, porque apareciste tú, aunque no pude correr. Sonreí, sí, feliz, a ti, al amor, a fundirme en otro abrazo más bonito del mundo. "Buenos días" dijiste tú. Y así, pidiéndote con los ojos que te callaras y me besaras, te besé, por los primeros mejores "buenos días" de mi vida.
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