Hay días que ríen.


Hay de todo: días buenos, malos, tristes, que lloran, que llueven, soleados, que brillan, y días que sonríen y hacen sonreír. Así, sin motivo alguno, porque sí. Hay días en los que no ocurre nada pero puedes ver todo lo que pasa los demás días, de lo increíblemente perfecto que es todo, en cualquier sentido. Y qué sensación más increíblemente perfecta. Hay días en los que ni el calor puede evaporar la alegría, ni el cansancio dormir la felicidad. Hay días que no pueden sino mejorar, y además lo hacen. No a lo grande, sino por pequeñeces que se antojan grandiosas y geniales. Hay días en los que sabes que eres feliz, y por ello lo eres aún más, y te niegas a abandonar esa felicidad. Nunca, nunca, nunca. Hay días que se cierran con un "dos puntos, cierro paréntesis :)".

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