La próxima parada de tu tren de larga distancia.

Tu recuerdo ha venido a visitarme en tren. O tal vez le he recogido en una estación de autobús cualquiera que tú convertiste en especial.

Qué raro ha sido no correr a esa dársena, a la de siempre, y verte recoger la maleta mientras me buscas con la mirada. Qué doloroso ha sido repetirme que en ese autobús que venía de Salamanca ya no vendrías tú más.

Tu recuerdo ha venido a visitarme en tren y el tren me ha arrollado. Supongo que a rastras me he ido del lugar del siniestro, pero mi corazón se me ha quedado olvidado entre las vías, tal vez esperando a que tu tren vuelva a recogerlo.

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