Metamorfosis.

No te vas, por mucho que te empeñes, por mucho que quieras, no te has ido. Ni tienes ninguna intención de hacerlo. Sólo te has transformado...

Tus fotos se han convertido en un corcho desolado. Tu risa al crujir la tabla del suelo se ha convertido en una lágrima. Tus buenas noches en sueños, tus buenos días en deseos. Tu llavero en forma de Sol ya no me alumbra, ya no abre puertas a mis ilusiones. Tus treces y tus diecisietes son como latigazos, como una oleada de momentos que se ríen al recordarme que no van a volver más.

No verte no evita que te recuerde, lo único que consigue es que tu ausencia me golpee con más fuerza. Duele más. Supongo que has pasado de ser la caricia del pétalo de una rosa a la espina que se clava de lleno en mi alma. Y sólo la caricia de tus pétalos la podría arrancar.

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