Suspensa.

Mis fallos, mis errores, mis tropezones, mis caídas, mis formas de perderte. Y todas las cosas que se me escapan. Mi frustración y mi rabia. Mi nada que ahora es lo único que tengo, mi sin ti.

Mi certeza, esa que dice y reafirma que iría a donde fuera por ti, que el fin del mundo está demasiado cerca si es por ir a buscarte. Mi corazón que late tan fuerte que me va a romper por dentro; cada latido es un grito que te llama. Ven, por favor.

Cada cosa que he hecho mal se ríe ahora de mí. Se burla, me aplasta, me ahoga. Cada vez que te he fallado se me clava como un puñal bañado en veneno. Duele, duele mucho, duele hasta llorar.

Me duelen las calles llenas de gente porque tú no las vacías. Me duelen los fracasos pero también los triunfos, porque no los celebramos juntos. Me duele la felicidad, por no compartirla contigo. 


Rayando el Sol, rayando por ti; esta pena me duele y me quema sin tu amor - Maná.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo