Calendario.
Febrero.
Es invierno y estoy temblando, pero no de frío. De nervios, de amor. Beso a beso se apagaron las luces, los dedos nos encendían la piel. El cielo bajó una tarde y nos perdimos, el cielo se prendió azul en mi muñeca, y el brillo de las estrellas se colgó a su lado como un lazo de plata con tu nombre.
Octubre.
Todos los recuerdos vienen de golpe esta noche y duelen. Se me eriza la piel y me tiemblan las manos, pero no de nervios, mucho menos de amor. Me tiemblan de un frío que se instaló en julio y no se va, porque tú te fuiste.
Hoy. Ayer. Siempre.
Tengo todos tus febreros clavados en el corazón y se vuelve loco. Tus diciembres me tienen congelado el alma.
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