Libre.
Viniste anoche y no te has ido. En realidad nunca has terminado de marcharte. Has destapado la caja de recuerdos que escondí al fondo del cajón, los has liberado con sólo volver a pasarte por mi cabeza.
Has liberado la lista de planes que teníamos para los dos. Has liberado París y has liberado Oxford, besos bajo los tilos. Has liberado mi mente, mi imaginación, mis ganas de que vuelvas. Has liberado miles de promesas a medias.
Vuelan libres y sin saber a dónde van. Se pierden, se chocan contra mi alma. ¿Me quieres porque me necesitas o me necesitas porque me quieres? Te necesito porque te quiero, trece veces por diecisiete razones. Más que nunca, tal vez. Con más dolor, eso seguro.
Has liberado un recuerdo con sabor a besos por cada Mini Cooper que me encuentro por la calle.
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