Mientras duermo.
A veces, mientras duermo, vienes y te estrellas contra el cristal de mi ventana. Lo rompes, te cuelas en mi habitación. Rompes mis intentos de no soñar contigo y te cuelas en mis sueños. Me miras con esos ojos que tienes y soy incapaz de decirte que no.
Dejo que me invadas con recuerdos, que me bombardees con caricias que ya caducaron hace tiempo. Incluso en mi mente, la que no quiere terminar de perderte e inventa que te estrellas contra el cristal de mi ventana, conjugas el verbo querer en pasado.
Tocada y hundida.
La tristeza tiene muchas formas últimamente, y a veces pienso que te necesito a mi lado. Y precisamente tu falta es otra de las formas de tristeza.
A veces, mientras duermo, sueño que me arropas y me acurruco a tu lado, pero sólo es el edredón.
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