Microcuento: Primera vista.

Pasas y te veo y la mirada se me queda enganchada a tu pelo, tu espalda, tu piel. Tu nombre revolotea apenas un segundo por delante de mis ojos, lo suficiente como para que mi memoria lo olvide todo sólo para recordarlo.

Me da igual quién seas, o si volverás a pasar. El corazón ya me lo has acariciado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contracorriente

Impuntualidad.

La canción más triste del mundo