Besos, sonrisas y flores.

Me quedé con un beso colgado de la tercera comisura de mis labios, y ahora me da miedo sacarla por si lo pierdo y no puedo dártelo nunca. Me da miedo entrar de puntillas en un recuerdo y enamorarme de su encanto, sé que nunca querría volver. 

Todas las flores se marchitan, no importa el esfuerzo, el borde de los pétalos empieza a ennegrecerse. Al final, lo único que queda son rosas rojas por el suelo suplicando que respires el último aliento de su olor.

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