Tanta ausencia.
Una noche maldormida.
Una siesta imprevista.
Un café cargado.
Unos apuntes a estudiar.
Una siesta imprevista.
Un café cargado.
Unos apuntes a estudiar.
Estoy demasiado poco cansada, no lo suficiente como para enterrarme en el edredón y dormirme de forma automática. No lo suficiente como para huir de puntillas y que la realidad que me acecha a cada segundo no me asalte en mitad de la oscuridad. A ver dónde iba a meterme, cómo iba a escapar. Estoy demasiado poco cansada y me da miedo apagar la la luz...
Es todo tan negro... Tan triste, tan rápido, tan horrible. Tan ausente, tan muerto, tan a pedradas. Tan increíble, tan lejos, tan en silencio. Tanto dolor, tantas lágrimas, tan a ratos. Tan inquieto, tan frío, tan arrugado. Tan desastre, tan sin música, tan recuerdos y lápidas. Tan corazón que llora, tan manos que tiemblan, tan ángel que falta. Tan surreal. Tan pocas flores, tan poco bonitas si son para ti. Tan pocas veces que te dije lo mucho que te quiero, tanto pesa ahora en el alma. Tan hasta siempre, tan nunca, tan irreversible.
Una tila.
Una pizca de valor.
...y apago la luz.
Comentarios
Publicar un comentario